No sólo para que haga sus necesidades sino para que también haga ejercicio, se socialice con otros animales y personas y se acostumbre a los ruidos.
Como ocurre con las personas, liberar las tensiones acumuladas, mejora el estado de ánimo y comportamiento en el hogar. Si no estamos dispuestos a proporcionar a nuestra mascota todo lo que necesita, puede que nos tengamos que plantear qué nos conviene más, si tener un perro, un gato, un hámster u otro tipo de mascota
Si aun así, estamos convencidos de querer incorporar un
perro a nuestra familia, Deberemos elegir bien la raza que mejor se adapte a
nuestro estilo de vida y necesidades. Por ejemplo, si trabajamos muchas horas
al día o llevamos una vida tranquila, sería ilógico adquirir una raza con grandes
necesidades de actividad, No es lo mismo satisfacer las necesidades de un perro
nervioso e hiperactivo que las de un perro tranquilo que se pasa la mayor parte
del día durmiendo. Una buena decisión a
la hora de adquirir tu mascota, será sin duda el principio de la relación más
sincera y fiel que solo nuestros amigos caninos pueden ofrecernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario